Kuala Lumpur

En un avión muy moderno y confortable de Qatar airlines pero con casi 15 horas de vuelo, escala en Doha (Qatar), todo el día y/o la noche viajando hacia el este y restando horas al uso horario y generando un enorme jet lag, llegamos por fin a Kuala Lumpur, la capital de Malasia.

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Llegamos a Kuala Lumpur

Nos recibe con una bruma que dificulta la visión y nos hace arder un poco los ojos, lo que nos llama la atención pero no detiene nuestro decidido paso embargado de emoción por estar en este nuevo país, lleno de incógnitas y posibles aventuras.

Luego de recoger nuestro equipaje en un “amigable” y bien señalizado aeropuerto nos disponemos a seguir las instrucciones enviadas por nuestro nuevo anfitrión de couchsurfing .

Pedro de muy buen humor ya que como viene siendo habitual es el único que duerme como si nada… despatarrado arriba de mamá y papa, ya profesionales del contorsionismo para garantizar la comodidad del “rey de la casa” y el resto del pasaje.

Al llegar a la terminal de buses, y como es habitual en estos países, nos abordan varios malayos a los gritos de ofertas de viajes y casi sin darnos cuenta ya estábamos comprando los tickets de autobús hacia KL Sentral (centro ciudad) . El viaje dura 1 hora aproximadamente, y cuesta 10 Ringgit (unos 2,5€).

Como siempre nos dirigimos a la oficina de Turismo que se encuentra escondida dentro del enorme y populosa estación. Además de la completa información acompañada de buen material grafico y la amabilidad de las chicas que nos atienden mientras Pedro les dibujaba el libro de visitas… nos aconsejan comprar mascaras para apaliar el efecto de esa densa nube que nos asombro a la llegada… y nos dicen: ”sobretodo por el niño”… Se nos transformó la cara! ¿MASCARAS?!!!!… que es lo que pasa? Y sobretodo (pensamos para adentro) cómo le enchufamos una mascara a Mr Energy!!! (diría Horacito)… ni Tom Cruise en Misión imposible!

La nube es humo! nos dicen, de los campos que queman cada año en indonesia para su reutilización.

Nos miramos.. humo? Ahaaa bueno!… no sería para tanto… tenemos amigos que viven de asado pasado a humo y siguen vivitos y coleando! … Igual compramos las mascaras!

Llegamos antes de la hora pactada para encontrar a nuestro nuevo anfitrión, por lo que decidimos dejar las mochilas en un locker en la estación e ir a pasear por el centro. Existe un bus gratis llamado GO Kuala ( y si …GRATIS) con varios recorridos que cubren la ciudad. Por lo que decidimos visitar la zona con edificios históricos en la Plaza Merdeka.

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Paseamos frente al Palacio del Sultan Abdul Samad, visitamos la National Gallery de entrada gratuita, con la famosa escultura “I love KL”. Caminamos para allí y para allá con el peso del cansancio de tremendo viaje, la primera impresión de la ciudad es: que grande y laberíntica!… con los carriles de trenes y coches sobre elevados, sin cuadricula.. poco amigable para el caminante… lo típico en la región.

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Ya a las 19 hs en la misma estación nos encontramos con Sharil, nuestro anfitrión que nos invita una cena típica en un gran Mall arriba de KL Sentral, en la animada charla nos enteramos que el deporte nacional es el Bádminton, que son muy malos jugando al futbol, que trabajan mucho, que si tienes 30 años y aun no estas casado la familia comienza a presionar, hablamos de su religión ( musulmana) algo de política y algunas cosas más, hasta que el cansancio nos vence, y con Pedro como excusa tocamos la retirada.

Nos lleva en coche hasta su casa en Batu Caves, a unos 40 minutos del centro de KL. Vive en un condominio a unos 500 metros del templo: una de las visitas obligadas para los próximos días.

Nuestro primer día comienza muy tarde, casi al mediodía ya que el jet lag y Pedrito hicieron de las suyas durante la noche. Estamos casi a 10 horas de diferencia con Argentina y a 5 de Sudáfrica.

Almorzamos en un restaurante indio al paso y lo que las señas nos permitieron y caminamos hacia la entrada del famoso templo de Batu Caves para comenzar la excursión del día.

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El calor es abrazador. La humedad agobia. Llegamos a uno de los lugares más sagrados para los Hindúes del país, y uno de los más visitados fuera de la India. Allí vemos varios templos dedicados a los dioses, pero sobresale una gigantesca (equivalente a 10 pisos) estatua dorada de Murugan, dios de la guerra y de la victoria que precede a casi 300 escalones para llegar hasta la cueva sagrada. Los hindúes son politeístas, adoran a varios dioses a quienes piden diferentes cosas… pero casi siempre tienen uno que es el preferido.

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Batu Caves

Panorama poco alentador: 272 escalones, calor, humedad… Y Pedro plantado en los puestos de juguetes de la entrada… ni los monos le llamaban la atención!

wpid-img_20151021_081958.jpgRespiramos hondo y con la promesa de comprar un avioncito a la vuelta, subimos. Vamos siempre acompañados de los simpáticos y picaros animalitos que van muy atentos a cualquier cosa que pudieran robar para comer. A pesar de la “niebla” las vistas son impresionantes, al igual que la cueva. 
Alli se congregan millones para festejar Thaipusam. Consiste en peregrinar hasta las cuevas Batu para asistir a la procesión que porta el carro del dios Muruga o Kartikeya desde el templo Sri Mahamariamman (Wikipedia).

La bajada fue mucho mas rápida que la subida, entre saltos y juegos… Y con la ilusión de un nuevo juguete al final del camino.

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Algunas de las cuevas son de entrada gratuita y otras no. Por ejemplo la cueva de los murciélagos de visita con horario y cargo, cosa que decidimos obviar y seguir nuestro camino.

Luego de las cuevas, llega la hora de enfrentarnos a la gran ciudad. El tren a las puertas del templo además de económico, es moderno e impecable . Por suerte no estamos en hora pico, por lo que sentarnos en un lugar fresquito por 40 minutos es un buen plan. El servicio de transporte es realmente muy bueno. Todo esta bien conectado y es económico, a veces gratis. No existe, eso si, la tarjeta diaria, o de varios días, porque los precios de los billetes 
cambia de acuerdo con las distancias. El tren desde Batu Caves hasta Kuala Lumpur cuesta 2 Ringgit por persona ( 0,50€). Se puede comprar ida y vuelta claro.

Bajamos en Pasar Seni y caminamos hasta el Mercado Central y Chinatown que están muy cerca uno de otro. En realidad todo esta bastante cerca si uno va con ganas de caminar y perderse en las calles. Con niños cambia un poco la cosa. Y tenemos que adaptarnos a Pedro y sus berrinches, o sus ganas de quedarse horas jugando en alguna esquina. Nos adaptarnos a el. Sabemos que por lo general los berrinches vienen en un momento que tiene muchísimo sueño. Lo que significa que una parada en un lugar adecuado y un poquitín de paciencia logrará quedarse dormido. Al berrinche, paciencia y buena cara!

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Barrios antiguos y modernos se fusionan en cada esquina

Mientras Pedro duerme aprovechamos para caminar y averiguar cositas para los próximos días y darnos también un respiro.

Va anocheciendo y decidimos saciar nuestros deseos con una de las visitas ineludibles, las mundialmente conocidas Torres Petronas.
 Tomamos el metro hasta la estación KLCC. Y por suerte acertamos la salida ( que seguramente esta señalada, pero al ser en un centro comercial uno fija la vista en otros detalles). Una vez en la calle hacen falta unos pocos metros para verlas, majestuosamente iluminadas,
 envueltas en una sutil bruma que las hace brillar aun más. Cada paso que hacemos hace que las veamos de diferente manera, cada una mejor que la anterior. Las Petronas, diseñadas por el arquitecto argentino Cesar Pelli, tienen una especial forma tradicional del arte islámico, haciendo honor a la religión Musulmana del país.

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Bien! Lo conseguimos!

Las hemos visto en tantas fotos, películas, revistas… Y hoy estamos aquí.. nos aborda la emoción y alegría!

Nos quedamos un buen rato admirándolas mientras jugamos con Pedro en las fuentes que las preceden… mezclados con turistas que intentan buscar el mejor ángulo para la foto y un atareado agente de seguridad que mantiene el orden.

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Al día siguiente, luego de una mañana de planificación de los siguientes pasos, le correspondería la visita a la parte interior de las torres incluido el centro comercial y las fuentes musicales de la parte posterior . Subir al Skybridge y Observation Deck (una de las terrazas) cuesta unos 40 R por persona. Hay varios horarios todo el día, cada 15 minutos. No tuvimos que madrugar, ni hacer colas, ni nada de lo que habíamos leído.

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El «pilla pilla» siempre presente!

Se sube primero al Skybridge, famoso puente que une las torres. Luego, de forma cronometrada y ordenada en grupos hasta el punto más alto de una de ellas, desde donde se puede ver toda la ciudad, si la bruma lo permite. Además se puede ver la historia de las Torres y su importancia para la ciudad.

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Las vistas impresionan. Y estar allí es un sueño que se ha cumplido

Pedrito hace un descubrimiento genial. Desde el puente podemos ver una piscina enorme!! Allí vamos una vez abajo.

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Vista desde el Skybridge

Atravesando las fuentes musicales y tras cruzar una parque se encuentra una especie de piscina pública exclusiva para niños y así se lo hacen saber a los adultos dos cuidadoras que a golpe de pito ahuyentan a los mayorcetes en busca de frescura, la excepción la tenemos los padres de los niños con la excusa de estar cuidando a los peques…La profundidad es de solo unos 30 cm como mucho.

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La piscina pública con un pedazo de vista

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En toda la extensión del parque está prohibido fumar, aunque es un parque al aire libre

Declinamos toda posibilidad de seguir pateando la ciudad y decidimos disfrutar todos de una tarde de relax, fresquitos y divertidos.
wpid-img_20151022_141557.jpgSharil nos pasa a buscar para ir juntos a cenar y nos lleva a un lugar típico, para locales o algún turista perdido… a comer unos Rotis , el más famoso el de queso. (Los Rotis son un típico pan en forma de tortita que se combina con todo tipo de salsas.)

El lugar esta muy lejos de las estrellas Michelin, sencillo, bullicioso, caótico…. La cocina está sobre la acera de donde van saliendo de a kilos esos fabulosos Rotis. Dejamos que nuestro nuevo amigo elija ( además ahí de inglés ni papa) asi que el surtido fue fabuloso…rellenos de queso, o solos, acompañados de arroz, o pollo…salsa de curri. Exquisitos! (eso si la bebida para acompañar: té, cafécon leche o unos jugos de colores fuertes y muy dulces, demasiadopara nosotros y nuestro ideario de una buena cervecita fresca). Por supuesto invitamos nosotros … vergüenza nos dio pagar los 60 R (que nos costó suculenta cena para los 4). Ya en coche hicimos un panorámico guiado de las vistas nocturnas y luces del espectacular skyline de la ciudad.

Al día siguiente salíamos temprano para una pequeña isla cercana llamada Pangkor, escapando del manto blanco cubría el cielo e inquietaba un poco y en busca de un lugar para descansar, jugar con arena y si es posible respirar aire mas puro.

Nos quedan cosas por ver y lugares por recorrer pero podemos decir que fue una experiencia interesante y enriquecedora en otra gran ciudad Capital. Recomendable 100%….

 

7 comentarios en “Kuala Lumpur

  1. totalmente sorprendida que fantástico y Pedro se porta como un grande good luck besotes sigan con esa experiencia hermosa disfruto de ustedes con las imágenes abrazo de oso

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  2. Pingback: Seis meses alrededor del mundo… | bagsnbibs

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